Resumen
Pequeñas batallas pueden cambiar esquemas culturales enraizados en la sociedad. Y la nuestra es una batalla poética inacabada que intenta provocar la misma esencia rebelde que nos conduce a indagar la posición del ‘ser en el mundo como búsqueda de construcción y desconstrucción identitaria’. Nos preguntamos: ¿Se nace mujer? ¿Se nace hombre? ¿Dónde están las lágrimas de estos seres que se encuentran encorsetados por un modelo cultural tan lejano de las percepciones subjetivas y deseos de cada quien? Una niña y un niño que apenas se materializan, una niña y un niño invisibles, que en contadas ocasiones ¿pasan del estado gaseoso al sólido? ¿Habitan en soledad? ¿Su voz no es oída por nadie? La hoja en blanco custodia las palabras que la niña y el niño escriben sin inocencia (Sosa Villada, 2024).
Palabras clave: hombre-lobo, lobo-hombre, rebeldía
Desarrollo
Desde Hobbes (Hobbes citado en Torrano A., 2013) en adelante mucho se ha hablado y escrito de los binomios lobo-hombre y hombre-lobo. ¿Por qué la lupinización del hombre?
¿Será porque la génesis identitaria se halla en el ser hombre, ser animal, ser macho en un territorio social? ¿Será que el hombre lobo lleva en sus entrañas la ferocidad que aprendió de sus antepasados? Una amenaza latente, socio histórica, contextual y situada donde el lobo y el hombre son amo y señor en sendos territorios. Y nos preguntamos: ¿por qué ciertos dispositivos sociales conllevan a preservar desigualdades de un poder patriarcal sin fin? ¿Qué normas prevén la integridad de esa otredad conviviente? Que al primer grito sin sentido, el resto sabe que debe obedecer, callar, alabar, como afirmación de poder. Así adhiriendo a pronunciamientos varios de Rita Segato (2019) podemos referir esas históricas prácticas asquerosas y aún vigentes como el chineo que permanecen solapadamente cuasi legitimadas para que las élites lleven sus hijos a tener su iniciación sexual con niñas pobres. Hay “un discurso nauseabundo que convive con el rechazo del aborto -agrega la experta-. Cuanto más débil es el Estado, más se ensaña con la panza de la mujer. La panza es la medida de la debilidad de un Estado. No hay una cuestión moral por detrás” (Segato, 2019).
El ser hombre-lobo vive en comunidad. El rebaño en el bosque se alimenta colaborativamente de gestualidades y emociones diversas. Su existencia de ser macho es atesorada. La fortuna tiene la complejidad de tener vigilancia de Akela con obsesión. Sin embargo, preservar su territorio subjetivo será la batalla que librará sin fin para ser infranqueable a cualquier intento de vulnerar la propia entidad de existencia. (Ainstein, 2019).
Miramos el horizonte y en el territorio de reciprocidad surgen las relaciones intersubjetivas con esos otros convivientes. ¿Allí emerge la corporeidad-mujer como delicioso manjar de hierba o pasto seco y espinoso? ¿Cómo concepto de diferencia? (Cavana M. L.). Cuerpos/territorios políticos atravesados por tiempos temblorosos. ¿Cuál es el oxígeno esencial para habitarSE en plenitud como mujer? ¿Cuál es la espada que la libre del golpe acechante? Si el lobo lleva el saber; su miembro mide más que su corbata y lo expone para que no queden dudas. Poder= semen vivo, semen fuerte, sangre caliente (Cavana M. L.).
Dibujamos una pausa para oír el grito de muches. Semen impuro, semen débil, sangre fría (Canava M. L.). Elles buscan Ser en el mundo. Retomamos nuestra pausa: ¿es una búsqueda de construcción y desconstrucción identitaria? ¿Se nace mujer? ¿Se nace hombre? Butler (1990) nos susurra: podríamos decir simplemente que existen múltiples formas de ser ‘hombre’ o ‘mujer’, pero esa afirmación asume que el género tiene una base ontológica, ignorando que las categorías de varón y mujer ya son maneras corporalmente moduladas de existir, y que solo se perciben como entidades fijas desde una mirada mitificada. En lugar de ello, se trata de reinterpretar la historia cultural que el cuerpo encarna. Levantemos las banderas de colectivos que amparan con la palabra y con el corazón a las que cada día van dejándose. Ir en el laberinto del vivir.
Es el laberinto de discursos chispeantes
Algunas desdibujan sus rostros
de surcos cincelados por la violencia.
Otras desdibujan sus oídos, agotados túneles de heridas sangrantes.
Unas más cubren sus vaginas
denigradas por otros.
Aquellas otras sabotean pensamientos
secuelados por un ayer de injurias.
¿Y cuándo llega el momento
de dinamitar
cristalizaciones malditas
que vulneran? (Gallardo, 2024)
Sr. Cocteau (1974) su decir íntimo y rebelde nos subyuga:
“Te voy a confesar mi secreto, me dijo cuando estuvimos solos. Había en mí una mujer y un hombre; la mujer era sumisa, el hombre se rebelaba contra esa sumisión. Las mujeres me disgustaban, las buscaba para cambiarlas y probarme que así era libre. El hombre fatuo, estúpido, era en mí el enemigo del amor” (p. 60).
¿Hasta qué punto la jerarquía del género sirve a una heterosexualidad más o menos obligatoria, y con qué frecuencia la vigilancia de las normas de género se hace precisamente para consolidar la hegemonía heterosexual? (Butler, 1990, p. 14).
Aún nos cultiva la esperanza de que las subjetividades disidentes se reúnan en una alianza que trascienda las taxonomías fijas del yo, que desmonten el estigma que oprime a la bisexualidad a esa lógica binaria heterosexual, y que confronte la violencia inscrita en los mandatos corporales normativos, no como una lucha meramente identitaria, sino como un gesto ético hacia la libertad de ser (Butler, 1990; Foucault, 1976).
Nuestra preferencia va por el camino de la rebeldía sigilosa adonde, como letanía ardiente, resuena:
Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo,
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos.
(Pizarnik, 1962)
Pero nuestro decir inacabado se teje sumando sentires y deseos en la búsqueda inclaudicable de un posicionamiento ético-político que fructifique en rupturas de critalizaciones.
Referencias bibliográficas
Ainstein, G., et al. (2019). El llanto del lobo [Manuscrito no publicado].
Butler, J. (1990). El género en disputa: el feminismo y la subversión de la identidad. Barcelona: Paidós.
Cavana, M.L. Papeles sociales de mujeres y hombres. Optativa ESO. Materiales de apoyo. (n.d.). (n.p.): Ministerio de Educación.
Cocteau, J. (1974). El Libro Blanco. Rodolfo Alonso Editor.
Equipo de Comunicación UNSAM. (2019, 6 de marzo 2019). Rita Segato en la UNSAM: “Estamos por dar vuelta la página de la prehistoria patriarcal”. Noticias UNSAM. https://noticias.unsam.edu.ar/2019/03/06/rita-segato-en-la-unsam-estamos-por-dar-vuelta-la-p agina-de-la-prehistoria-patriarcal/
Gallardo, M.S. (2014). Quebranto. [Manuscrito no publicado].
Pizarnik, A. (1962). Árbol de Diana. Editorial Sur.
Sosa Villada, C. (2024). La traición de mi lengua. Editorial Tusquets.
Torrado, A. (2013). “El monstruo en la política: defender la sociedad hombre-lobo”. Contemporánea. V3 N.º 2 pp. 429-445.
[I] María Susana Gallardo: Magister en Enseñanza de Lengua y Literatura (UNR).
[II] Luciana Vidal: Licenciada en Terapia Ocupacional (UNQ). Docente universitaria y directora de tesis de grado. Integrante del Proyecto de Extensión “Adultos Mayores, Comunicación y Salud”. Estudiante de la Maestría en Terapia Ocupacional (UNQ).
